Como era de esperar, el fin de la moratoria concursal, las consecuencias que todavía arrastran muchas empresas desde la crisis del COVID-19 y la difícil coyuntura política y económica a nivel mundial han disparado el número de concursos de acreedores en los últimos meses.

Entre enero y octubre, 5.879 empresas españolas iniciaron un proceso concursal. Esta cifra es un 19% más alta que en el mismo periodo de 2021 y está un 60,5% por encima de los niveles pre-COVID. Si nos remontamos más atrás, es la cifra más alta de los últimos 8 años. Habría que ir hasta los diez primeros meses de 2014, en los coletazos de la anterior crisis financiera, para encontrar más concursos de acreedores en los primeros diez meses del año (5.941).

La nueva Ley Concursal, que entró en vigor a finales de septiembre, se ha estrenado con un gran volumen de actividad. En octubre se declararon 896 concursos de acreedores, un 53,1% más que en 2021 y una cifra no vista desde 2013. 

Por sectores, el más afectado en los diez primeros meses del año es el del comercio, con 1.398 procedimientos (+36,3%). Le siguen la construcción y las actividades inmobiliarias (1.138, +25,1%). Y el tercer sector más afectado es el de la hostelería (691), aunque en su caso el número de concursos se ha reducido casi un 13% respecto a 2021.

Finaliza la moratoria concursal 

Nos encontramos ante una situación de tormenta perfecta que explica el creciente número de empresas que se declaran en concurso. 

Por una parte, el 1 de julio finalizó la moratoria concursal. Las empresas en situación de insolvencia volvieron a tener un plazo de solamente dos meses para realizar la solicitud de concurso. Desde marzo de 2020 habían disfrutado de una dispensa temporal que se puso en marcha para proteger a las empresas afectadas por la crisis económica provocada por el COVID-19. Esto redujo el número de concursos de acreedores declarados hasta cotas anteriores a septiembre de 2004, fecha en la que entró en vigor la ya extinta Ley Concursal anterior.

Acaba la carencia de los créditos ICO

Por otra parte, dos crisis prácticamente encadenadas están castigando sobremanera al tejido empresarial. Los altos costes energéticos y de producción han puesto a muchas compañías contra las cuerdas. Y la subida de los tipos de interés dificulta en gran medida la refinanciación de la deuda.

Por último, el final del periodo de carencia para muchos créditos ICO está haciendo que muchas empresas tengan que hacer frente al pago de estos préstamos cuando todavía no se han recuperado del todo. 

Debido a todos estos motivos, todo apunta a que la tendencia en los concursos de acreedores para los próximos meses va a seguir al alza. Según las previsiones de Informa D&B, es probable que el año termine con más de 7.000 concursos declarados.

Las buenas noticias: caen los concursos de acreedores exprés

Tras poco más de un mes en vigor, todavía es pronto para valorar los resultados de la nueva ley concursal, que tiene entre sus objetivos prioritarios facilitar los procesos de reestructuración y priorizar el salvamento de las empresas viables. Sin embargo, sus efectos ya pueden notarse por ejemplo en la gran reducción en el número de concursos exprés.

Este tipo de concursos que combinan simultáneamente la solicitud de concurso y la de extinción de la empresa venían experimentando un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años. No obstante, en el mes de octubre cayeron al 40%, 36,5 puntos menos que el mes anterior. En 2021, suponían el 65% del total y en los nueve primeros meses de este año no había bajado del 65,5%.

 

 

 



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