Igual que cualquier otra organización, las empresas familiares no están exentas de conflictos. Y como las disputas son inevitables, lo más inteligente es asumirlas como una oportunidad de cambio, fortalecimiento organizacional y crecimiento. 

4 posibles causas de conflicto en una empresa familiar

En la empresa familiar se mezclan los factores emocionales y empresariales. Como consecuencia, estos son cuatro de los conflictos que encontramos más habitualmente.

1. No existe un objetivo común

Cuando cada integrante de la familia empresaria tiene su propia meta personal, es fácil que se rebelen contra cualquier decisión que no le ayude a lograr su objetivo. Por este motivo es esencial definir una visión y una cultura empresarial consensuada con todos los miembros de la familia de manera que las necesidades personales pasan a un segundo plano.

2. Falta una buena definición de roles

En las empresas familiares se solapan dos organismos de los que forman parte las mismas personas: la familia, que está basada en lazos afectivos; y la empresa, que se basa en los roles jerárquicos. Para evitar conflictos que fácilmente pueden saltar al plano familiar, es imprescindible que en la empresa exista una clara definición de roles y responsabilidades y evitar los nombramientos más basados en las relaciones familiares que en la competencia profesional. La creación de un protocolo familiar es una manera de garantizar que todos los miembros de la familia conocen las reglas de operación de la empresa.

3. La siempre complicada sucesión

El paso de una generación a otra en la cúspide de la empresa familiar es uno de los momentos más delicados para este tipo de compañías. Para evitar las luchas por el control de la empresa es recomendable planear el proceso de sucesión con tiempo. Sin embargo, a veces esta preparación se retrasa en el tiempo porque las siguientes generaciones no tienen interés en tomar un papel activo en la empresa o porque el mismo fundador no quiere perder su estatus. Tampoco hay que dejar de prever la posibilidad de que se produzca una sucesión obligada a causa de un acontecimiento repentino e inesperado, como puede ser la incapacidad sobrevenida o la muerte imprevista del empresario. En estas situaciones, contar con una hoja de ruta que estipule los pasos a seguir puede marcar la diferencia entre la supervivencia o la muerte de la empresa familiar.

4. Problemas de comunicación

Una comunicación fluida es esencial para el buen entendimiento y el buen gobierno de la empresa. Los Consejos de Familia deberían servir como foros de debate para mediar y solucionar discrepancias. Sin embargo, la falta de comunicación entre los miembros de la familia empresaria es otra fuente de conflictos habitual. A menudo se abusa de la comunicación verbal en detrimento de la escrita y existen dificultades para mantener diálogos francos y abiertos. Es recomendable fomentar la formación en habilidades de comunicación efectiva, negociación y resolución de conflictos que ayude a separar lo personal de lo profesional.

Cómo adelantarse a la aparición de los conflictos

Si no se tratan a tiempo y de una manera eficaz y ordenada, los conflictos pueden acabar enconándose y cronificándose, llegando incluso a causar el fin de la empresa familiar. Pero todavía es mejor prevenir su aparición con los instrumentos legales necesarios. 

Recurrir a una consultoría especialista en empresas familiares como Confianz puede ser útil para abordar el proceso de creación del protocolo familiar, los pactos de familia, los pactos sucesorios, etc. También, en el caso de los conflictos más complejos, para mediar y llegar a soluciones de consenso evitando los malentendidos o incluso las sanciones por desconocimiento de la normativa legal.



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