Las fusiones y adquisiciones no son operaciones nuevas. Tienen lugar en todos los sectores de la economía y su aumento en los últimos años ha sido consecuencia de aspectos como una mayor competencia, la globalización de la economía, el desarrollo de los mercados financieros y el progreso tecnológico.

Este fenómeno empresarial suele estar ligado al reconocimiento de una amenaza o de una oportunidad en el mercado.

Actualmente estamos en un momento de pleno auge de fusiones y adquisiciones, tanto a nivel nacional como mundial. entre los principales factores han favorecido la liquidez de las empresas se encuentran el desarrollo de la economía y la variación positiva de las bolsas y los bajos tipos de interés. Además, la globalización ha aumentado el número de competidores a los que se enfrentan las compañías.

En nuestro país se suma otro factor adicional. Debido al gran número de organizaciones que nacieron después de la guerra civil, un alto número de sus dirigentes están en edad de jubilación, razón por la que muchos venden su empresa. 

La aportación de las fusiones y adquisiciones a la economía 

Si estas hacen crecer la eficiencia de la empresa resultante, se conseguirán mejoras en los productos y un aumento de la demanda. En consecuencia, esto afectará de manera positiva en el empleo. Un aumento de capacidad de la nueva empresa puede necesitar crear más puestos de trabajo también. De hecho, este tipo de operaciones han reducido la demanda europea de empleo debido a su uso como un dispositivo de reestructuración de los mercados laborales.

Las fusiones y adquisiciones también crean o refuerzan el poder de mercado. Permiten a la nueva empresa y a su competencia aumentar los precios. En consecuencia, se incrementa el valor del capital del resto de empresas en el momento del anuncio. Sin embargo, la política antimonopolio suele perjudicarlas al prevenir el incremento de sus precios y, por tanto, el valor del capital de las empresas cae. 

También influye en el precio de las acciones. Muchos estudios aseguran que los accionistas de la empresa adquirida se encuentran con retornos un 25 por ciento superiores después de la operación. Los beneficios llegan nada más anunciarse la fusión, incluso aunque no tenga lugar. Esto se debe a la anticipación del mercado de valores ante una posible adquisición de éxito. En general, los retornos son más altos en las fusiones hostiles que en las amistosas. Además, aquellas financiadas con efectivo tienden a obtener mejores resultados que las financiadas con intercambio de valores.

Los beneficios y la productividad

No es fácil saber si el aumento de los beneficios se debe a una mayor eficiencia o a un poder de mercado superior. No existe una teoría clara sobre si se incrementan los beneficios respecto a antes de la fusión. Aunque no todos los tipos de M&A generan la misma rentabilidad, las fusiones horizontales y las relacionadas con pequeños negocios suelen tener más rentabilidad que los conglomerados. La fusión horizontal lleva a precios un 1,5% mayores de lo que habrían sido sin operación, mientras que la fusión no horizontal lleva en general al resultado opuesto: reducciones de entre un 2,5 y 3,1% en el precio. 

La productividad aumenta siempre y cuando la disminución del empleo sea mayor a la reducción de la producción. Normalmente, la transferencia de activos se suele traducir en un aumento de la productividad, en la medida en que son transferidos a aquellos que los gestionan más eficientemente. El rendimiento tecnológico es uno los factores clave por los que realizar estas operaciones. Tras adquirir una empresa tecnológica, la compañía podrá contar con más inversión en I+D. Las M&A contribuyen a mejorar el rendimiento tecnológico a largo plazo de las empresas que están en un entorno high-tech. Conseguir encajar de forma óptima la estrategia y organización de las empresas involucradas es fundamental para que la nueva empresa mejore sus habilidades y capacidades de este tipo.

Fusiones y adquisiciones en 2021

Mientras que en 2020 un 13% de las empresas consultadas llevó a cabo alguna adquisición y otro 7% completó una fusión, los porcentajes casi se duplica para este año. Se prevé que un 24% vaya a poner en marcha la adquisición de otras sociedades y un 13% tiene previsto embarcarse en procesos de fusión. Además, el 35% de las compañías espera llevar a cabo alianzas o joint ventures.

Los principales motivos por los que las empresas se adentrarán en este tipo de operaciones son las buenas oportunidades que existen en el mercado y la posibilidad de aumentar su número de clientes. Por otro lado, un 35% elige esta opción para consolidar su cuota de mercado, adentrarse en nuevas líneas de negocio, aumentar su alcance geográfico o incrementar su cadena de suministro.



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