La temporada de juntas de accionistas de este año estará marcada, al igual que en 2020, por la crisis de la Covid-19. Sin embargo, en esta ocasión primarán las explicaciones que las compañías cotizadas deberán aportar sobre las medidas tomadas en el marco de la pandemia.

Las Juntas de Accionistas se presentan este año con numerosos retos legislativos, sociales y económicos que los consejos de administración deberán de afrontar. ¿El objetivo? Garantizar la viabilidad de las empresas de las que participan. Entre los factores normativos más importantes destacan la modificación de la Ley de Sociedades de Capital (LSC) y la incorporación de la Directiva sobre derechos de los accionistas II (SRD II). Además, incluyen cambios en la política de remuneraciones de consejeros por la crisis Covid-19 y una firme apuesta por aumentar la presencia femenina en los consejos. Serán las nuevas tendencias de sostenibilidad las que marcarán la línea a seguir durante este año.

Empresas con estructuras de gobierno corporativo más sólidas tendrán mayor capacidad para resistir y reaccionar adecuadamente en este escenario de crisis actual. La pandemia y sus duras consecuencias económicas y sociales han acelerado las prácticas de buen gobierno corporativo como nunca antes habíamos visto. Todo ello para asegurar la continuidad de la actividad empresarial de sus compañías participadas. De ahí que el pasado año ya sea considerado por muchos como un periodo transformativo en todos los niveles.

La pandemia ha impulsado un nuevo paradigma. Se espera que los consejeros tengan en cuenta criterios de gobernanza que van más allá de los resultados económicos.

Los 5 retos que abordarán las Juntas de Accionistas en 2021 para salvar a las empresas:

1. Los factores sociales y medioambientales ganarán protagonismo.

Durante el 2020 se incrementó el interés por los asuntos de carácter social y ambiental debido a la emergencia sanitaria. Factores como la salud y el bienestar de los empleados, las medidas adoptadas para ayudar a proveedores, clientes o a la sociedad han ganado protagonismo durante el pasado año y se han convertido en uno de los focos de la gobernanza en 2021.
De hecho, los inversores institucionales exigen, cada vez con más frecuencia, una mayor divulgación y responsabilidad a sus participadas en temas relacionados con los aspectos ESG (Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo). Piden a las empresas mayor ambición por el respeto del medio ambiente y de las comunidades de las que forman parte.

2. Presencia femenina en los consejos de administración.

La cifra de mujeres directivas en España se sitúa en el 34%, según datos del informe «Women In Business 2021» elaborado por Grant Thornton. El documento analiza a empresas de entre 50 y 500 empleados, cotizadas y no cotizadas. El impulso a la igualdad en los puestos directivos y las políticas más innovadoras para avanzar en la diversidad han sido algunas de las claves de la gobernanza corporativa en 2020.

La presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas del Ibex-35 sigue una tendencia creciente. Esta diversidad resulta vital para asegurar que las empresas prosperen en el actual entorno empresarial volátil, incierto y cambiante.

3. Ajustes retributivos de los consejeros y alta dirección.

Durante el pasado año se puso de manifiesto la especial preocupación que provocan los asuntos retributivos en el actual contexto de crisis económica. Las renuncias de consejeros y altas esferas de las empresas a parte de la retribución, así como la publicación de los colectivos afectados y del elemento retributivo susceptible de ajuste, se han convertido en prácticas muy bien acogidas por el mercado, como un ejercicio de total transparencia.

4. Incorporación de la Directiva sobre derechos de los accionistas.

Se espera que el Proyecto de Ley SRD II, que se está tramitando actualmente en las Cortes, sea aprobado en los próximos meses. Entre los principales aspectos que tendrán un impacto en el gobierno corporativo de las compañías cotizadas españolas, destacan las siguientes tres novedades:

  • ·Los gestores de activos y otros inversores institucionales deberán hacer públicas sus políticas de implicación y cómo las aplican anualmente.
  • Los emisores tendrán derecho a conocer la identidad de los accionistas y beneficiarios últimos de los derechos económicos y políticos asociados a las acciones.
  • Los accionistas deberán detallar como se integra su implicación en su política de inversión. Además de cómo han ejercido los derechos de voto en las juntas de las sociedades en las que invierten y si han utilizado los servicios de asesores de voto.

5. La modificación de la Ley de Sociedades de Capital.

La reforma de la Ley de Sociedades de Capital exigirá que cualquier sociedad que lance una opa tenga al menos el 75% del capital para que se acuerde la exclusión. Hasta ahora la normativa no recogía ningún porcentaje mínimo, permitiendo que compañías dejen de cotizar aunque su aceptación no haya sido mayoritaria. Este nuevo umbral mínimo pretende equilibrar el sistema, dado que la actual normativa ha creado un escenario tan a favor de los compradores que permite arrinconar a los accionistas.

En definitiva, la pasada temporada de Juntas de Accionistas ha sido de lo más anómala. Ha traído consigo una serie de tendencias que han marcado un antes y un después en el panorama del gobierno corporativo en nuestro país. Como consecuencia, se han focalizado aspectos no contemplados hasta la fecha. Estos servirán de guía durante este nuevo año con un solo objetivo: salvaguardar y mejorar la actividad empresarial.



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